Por Iñigo Sanchez del Campo, socio.
EXPANSION. 15/05/2018.
Fruto del trabajo y de inversiones adecuadas o fruto de una herencia, no es extraño que una persona (o una familia) tenga un patrimonio inmobiliario que hay que gestionar, rentabilizar y evitar que se malogre por conflictos entre los miembros de la familia o por la mala praxis en su gestión.
En el bufete nos encontramos a menudo con una pregunta recurrente: «¿Existe algún vehículo legal que me permita preservar el patrimonio inmobiliario y seguir disfrutando de sus frutos?».
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