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El aumento de los inquilinos que dejan de pagar el alquiler de forma intencionada se ha convertido en quebradero de cabeza para los propietarios. Un método que ya es la fórmula más habitual para ocupar una vivienda ilegalmente a través de un contrato de arrendamiento.
Santiago Thomás de Carranza, socio-director del despacho que lleva su apellido, analiza las consecuencias y distorsiones que está produciendo la inseguridad jurídica en el mercado de alquiler de viviendas.
Para el abogado, experto en Derecho Inmobiliario, “se está abocando a los propietarios a un infierno para poder recuperar su posesión cuando el arrendatario incumple el contrato: trámites administrativos, judiciales, costes para la contratación de abogados, así como tener que esperar entre un año o año y medio para poder recuperar su vivienda”. Sin olvidar que “más del 90% del parque de viviendas en alquiler en España pertenece a personas de clase media que han invertido sus ahorros en una segunda vivienda como complemento para su pensión o retiro”.
“Esta situación provoca, según Thomás de Carranza, dos situaciones. Por un lado, que muchos arrendadores prefieran no alquilar, disminuyendo la oferta y, por otro, que se estén imponiendo exigencias para el alquiler muy elevadas a las que solo tienen acceso las personas con mayor solvencia económica. Al final, lo que está ocurriendo es que los que más necesitan acceder a viviendas a precios asequibles están excluidos del mercado del alquiler y eso es, en buena medida, por la falta de seguridad jurídica. Ya están excluidos del mercado de compra por los precios, pero es que, ahora, les están excluyendo del mercado del alquiler”.
“A mayor riesgo e incertidumbre, el propietario prefiere no poner la vivienda en alquiler, disminuyendo la oferta disponible”.
Santiago Thomás de Carranza también se ha referido a la falta de vivienda protegida, recordando que “en España, sólo representa un 2,5%, mientras que en Europa la media está en el 9%. En cuanto a la tasa de esfuerzo para el alquiler, en nuestro país, está por encima del 40% para el 40% de familias, cuando en Europa, la media es del 21%, algo que tiene mucho que ver con los impuestos y con las retenciones, que reducen la capacidad de ahorro de las personas.”
Acceso a la entrevista completa: https://www.youtube.com/watch?v=gMDGe3dsikU
